domingo, 28 de octubre de 2012

FELIZ COMO UNA LOMBRIZ

Es un dicho popular, ¿pero realmente son felices esos gusanillos excavadores?
Yo creo que si!

Y la explicación es muy sencilla. Sal al campo mientras llueve, o cuando está dejando de llover. Observa a tu alrededor como todo se viste de gala.

 

Las hojas se visten de gala con un manto de perlas. El color verde es más intenso, huele a hierba mojada y se respira calma.

Cuando para de llover tenemos ante nosotros un gran regalo que muchas veces nos cuesta demasiado reconocer.

Párate un día a observar como las nubes se hacen jirones y se van alejando, haciendo preciosos dibujos de hermosos colores en el cielo.

 
Con los restos de la lluvia en el suelo podemos ver como se han formado numerosos espejos en el suelo que nos muestran el cielo bajo nuestros pies.


Esta es la forma de disfrutar una tarde de lluvia que acaba en un paseo en la naturaleza disfrutando de la magia más grande que existe. La vida.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

el mundo recién lavado, oliendo a tierra y agua.
¡Que suerte tienes de tener tan cerca el campo!.
Bueno, yo tampoco me puedo quejar de mi ciudad... que os espera desde hace tiempo...
Bssssssss

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